De tú a tú: D. Antonio Colomer Viadel, Catedrático Dº Constitucional.UPV


El profesor Dr. D. Antonio Colomer Viadel es Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Politécnica de Valencia, Director del Area de Derecho Constitucional y Presidente de la Federación Internacional de América Latina y el Caribe (FIEALC).

Llegamos al despacho de D. Antonio Colomer Viadel, quien nos recibe con un pie en el estribo para su marcha a América Latina,

Carmen Ventura: ¿cuál es su periplo en esta ocasión?

Antonio Colomer: En unos días viajo a Río de Janeiro en cuya Universidad he sido invitado a pronunciar una conferencia en un encuentro internacional sobre los procesos civilizatorios y la crisis del capitalismo contemporáneo. El  9 de septiembre viajo a Bogotá en donde presentaremos nuestro Manual sobre Capacitación para la Economía Solidaria y el Desarrollo Comunitario. A partir del día 11 estaré en Cartagena de Indias, Colombia, en la Inauguración del Congreso de la Sociedad Latinoamericana sobre América Latina y el Caribe (SOLAR) y aún tengo que asistir el 17 en Tunja a la Universidad Tecnológica y Pedagógica de Colombia para otra conferencia sobre nuestro Manual y el posible inicio de un curso de doctorado sobre Derechos Humanos que organizaré en colaboración con esa Universidad.

C.V: A sus casi 70 años lleva una actividad frenética y eso que aún no ha empezado el curso. ¿Cuáles son sus proyectos para este nuevo curso escolar?

A.C: Creo que una de las claves de la vitalidad es tener ocupada toda tu actividad con tareas que tengan un sentido profundo para ti y que den satisfacción a tu quehacer. En este sentido me consideraría bastante joven aunque el organismo a veces te llama la atención.

En octubre, posiblemente viajaré a Turquía como Presidente de la FIEALC donde el año próximo se celebrará el Congreso siguiente organizado por la Universidad de Ankara, que como sabes, el XV Congreso y anterior lo organizamos nosotros en la UPV en julio de 2011 y que acabamos de publicar los tres volúmenes de actas con casi 2000 páginas que ha sido un verdadero record en estos Congresos, bajo el tema “ América Latina, Globalidad e Integración!.

Del 23 al 28 de octubre ya he aceptado la invitación de la Universidad Autónoma del Estado de México en Toluca para un Congreso que debo inaugurar con una Conferencia sobre el Estado constitucional en la época de la globalización. Y está la atención a nuestros dos Institutos: INAUCO e IBEM. Queremos publicar también a finales de octubre el número 60 de la Revista Iberoamericana de Autogestión y Acción Comunal (www.ridaa.es) del INAUCO (www.upv.es/inauco) que cumple 29 años y que el año que viene con ese aniversario redondo de tres décadas tendrá una celebración especial. También en este otoño volveremos a conceder el Premio Gigante del Espíritu como todos los años desde el 2008. También podéis tener más información a través del periódico digital del INAUCO: La Hora de Mañana (www.lahorade.es).

C.V: Tal y como se desprende de sus palabras, América Latina es su pasión, pero también muestra su preocupación por la situación actual de Europa en su reciente publicación “Un nuevo rapto de Europa”.

A.C: Por descontado tenemos el corazón y la mente dividida por esta doble condición de lo español entre Europa y América. Para mí fue una gran satisfacción ser el Codirector del Seminario del Derecho Público Europeo con la Universidad de Göttingen en Alemania entre los años 1994 al 2000. De ahí surgió un libro sobre la Alemania unificada y posteriormente otro comparativo de la integración política en Europa y en América Latina.

Haces referencia a la obra más reciente que publicamos un equipo de investigadores por mi coordinados y que debajo de ese título citado tenía un subtítulo, las encrucijadas del Tratado de Lisboa. Creo que hay que insistir en el principio de solidaridad que fue clave en la construcción europea y por otra parte, liberarse de esa dependencia de los mercados especuladores que todo lo ponen a sus servicios egoístas y usurarios.

No hace mucho, en una entrevista en el Diario el Levante-EMV hice un llamamiento a Alemania para que fuera más humilde y menos paternalista y recordase las ayudas que recibió primero con el Plan Marshall al final de la II Guerra Mundial y después en el proceso de reunificación alemana, con la comprensión de sus socios europeos.

C.V: En cuanto a las semejanzas a los procesos de integración de América Latina y Europa ¿qué se puede decir?

A.C: Paradójicamente pareciera que los elementos que facilitan la integración en el mundo iberoamericano son mayores que los que existían en Europa, el idioma, la tradición histórica y jurídica común, la religión, las costumbres y tradiciones culturales, etc Pero en Europa existían sociedades menos desiguales y con un común denominador democrático y a favor de la defensa de los derechos humanos que no se dan con la misma intensidad en los países latinoamericanos. La construcción europea se apoyó en estos valores y también en una cooperación para conseguir una mayor cohesión social, a la vez que un entramado institucional fuerte, un derecho comunitario supranacional amplio y vinculante y tribunales de justicia que podían resolver las controversias en la aplicación de ese derecho, así como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, defensor de las garantías de los mismos en todos los Estados Miembros. En general, estos aspectos no existen con el mismo desarrollo e intensidad en los procesos de integración latinoamericana.

C.V: Para concluir D. Antonio, ¿qué salida hay a la crisis actual?

A.C:  En el caso Europeo hay que recobrar el espíritu solidario de una parte y el principio de subsidiariedad que aplique respuestas de abajo a arriba. También el apoyo directo a las iniciativas locales para creación de empleo no sólo mediante asistencia financiera sino también asistencia técnica y de viabilidad de los proyectos, especialmente para los jóvenes y en aquellas iniciativas de carácter innovador y creativo.

También habría que apoyar las formas de intercambio y apoyo mutuo mediante hermanamiento de ciudades para facilitar el conocimiento de saberes locales y el canje de experiencias y también de actividades sociales, culturales y económicas, Por descontado habría que tener una posición mucho más enérgica frente a los especuladores financieros internacionales y sus cómplices internos.

Muchas gracias D. Antonio. Buen viaje

Carmen Ventura Salom
Politóloga y socia de AVAPOL
venturasalom.carmen@gmail.com
 

Escucha de veras y serás diferente


Alternativas innovadoras que den respuesta a las necesidades de todos los ciudadanos son, con el paso de cada semana, más precisas. Recientemente hemos sido espectadores del fin del verano, mirando de nuevo a los ojos de la realidad española de la que nos hacemos eco cada viernes negro. Novedades respecto a cifras de paro, la prima de riesgo y sus parientes europeas y las prórrogas de ayudas sociales intrínsecas al concepto primigenio de nuestro Estado de Bienestar, irrumpen en el espacio vital de los ciudadanos españoles, aquéllos a los que los eruditos de la Ciencia Política han clasificado tantas veces dentro de los límites de la trampa de la desafección.

Pues bien, como todo momento de crisis, se nos brinda la oportunidad de mirar bien las cartas que manejamos y repensar la jugada más estratégica. Y digo mirar bien las cartas, porque en los márgenes de la teoría en la que está circunscrito el pueblo español, no hay espacio para explicar los hechos a los que estamos asistiendo estos días. Los movimientos organizados para la ocupación de tierras han reaparecido, de nuevo en el marco andaluz, actualizándose a su versión propia del siglo XXI. Personas de multitud de localidades se han unido a este movimiento espontáneo que no responde directamente a la movilización social de un grupo concreto en defensa de sus intereses, sino de un grupo general: el pueblo español. Por primera vez estamos asistiendo a la superación de la lucha por el interés propio y hemos retrocedido a la defensa de los derechos colectivos, básicos y fundamentales para todo sujeto, con independencia de su identidad laboral. Desgraciadamente, el triunfo que como pueblo supone este hecho, recibe una explicación atroz, pues este fenómeno es indicativo de la involución de las demandas de los ciudadanos hacia los primeros peldaños de la pirámide de Maslow: la alimentación, la seguridad de empleo, de recursos, de salud y de propiedad privada.

Esta situación no puede permanecer por más tiempo detrás de la espesa niebla con la que miran los ojos de los poderes públicos. Como pueblo español estamos ante una situación crítica, con precedentes ya grabados en nuestra historia. Es momento, pues, de definir claramente el espacio que queremos salvaguardar, pues si es la intención de voto la que dirige autómatamente los hitos de política pública, únicamente el pueblo español tiene la última palabra.

Alternativas de política pública son muy específicas en esta materia. Y la reorientación de espacios públicos hacia la ayuda social ha de entrar en ese abanico de posibilidades. Si preguntásemos a nuestro Estado de Bienestar, este situaría en la intervención social uno de los pilares de referencia para alcanzar la equidad social. Pues un elemento es infranqueable llegados a este punto: la situación de inequidad en la que nos encontramos todos los seres vivos en origen. Hasta los clásicos del liberalismo político partían de esta concepción en sus teorías de justicia social. Y por ello, el modelo de estado y su red jurídica-política han estado construidos para alentar este fin. La intervención social es la realización de actividades encaminadas a dar respuesta a las demandas de los ciudadanos, obteniendo con ello una legitimidad pública. En un momento como el actual, sin duda los dos elementos que incluye esta definición son tan necesarios como críticos. Estas intervenciones sociales manejan un abanico de permutaciones ilimitado, pertinente para satisfacer la variedad de demandas de cada grupo de ciudadanos, pues en ellos reside el pasivo de nuestro sistema social y en ellos debe repercutir su correspondiente activo.

En la situación en la que se encuentra España, requerimos de una intervención inminente, muy alejada de la prescrita por parte de los organismos internacionales, y más próxima a la intervención social en el sentido más estricto de sus términos.

Patricia Vidal
Vocal 1ª Junta Directiva AVAPOL
@pvidalhurtado