De manis anda el juego



Queridos y queridas:

Acabo de leer un artículo de Carmen Morán en El País (28/10/2009) sobre los métodos para contabilizar el número de asistentes a una manifestación. (Silencio voluntario porque estoy procesando).

(Fin silencio, luego pienso) Entonces ¿Cuántas personas acudieron a la pasada multimanifestación contra (el gobierno) el aborto? Porque se hablaba de más de dos millones de personas desde la organización y 55.316 según una empresa especializada en estos asuntos. Supongo que a muchos de vosotros se os presenta la disyuntiva ¿a quién creo? A la organización porque claro, cómo nos van a engañar... o al delegado de gobierno de turno porque claro, es la autoridad pública y cómo va a engañar a los ciudadanos... a una empresa privada... mmm... esto me presenta más dudas... ¿qué necesidad tienen de mentir si saldrían perjudicados? Vaya, tal vez éstos sean los más acertados –por lo del desinterés del mundo privado- pero cómo pueden quitar 1.950.000 personas que TODOS vimos en las imágenes que estaban allí... vaya...

Este sábado hay una manifestación contra la corrupción en Valencia, a raíz del manido caso Gürtel, no sé si lo conocéis, pues sí, desde hace más de tres o cuatro semanas nos han bombardeado los correos FW: manifestació... y en los mentideros y cafeterias universitarias se empieza a escuchar un run run, un ligero ruido, suave, sin estrépitos pero constante... ¿son los indicios de una movilización ciudadana? Es más ¿sería esto la antesala de la MOVILIZACIÓN de parte de la JUVENTUD (de los no movilizados, claro?

Estaré alerta porque no me quiero perder ese gran gesto, ese gran despertar, esa gran ACCIÓN que sería el levantar el trasero del sofá y hacer algo en y para lo público.

Una avapolera más


¿El primer paso en el camino hacia la madurez política?


En estos convulsos días en que podemos leer –algunos-, ver y escuchar los escándalos de corrupción de nuestros políticos, podemos observar como parte de la opinión pública empieza a mostrar su hastío e incluso apatía... sí, sí, se empieza a palpar un verdadero germen de repulsa pues véase la manifestación organizada para el día 31 de octubre, véase el programa del Follonero del domingo día 25 o véase el seguimiento de parte de los medios de comunicación a las repulsas durante la procesión cívica de nuestro día patrio... ¿Se observa un atisbo de movilización? Y si es así ¿Por qué o por quiénes? ¿Es posible que empecemos a denunciar en el espacio público la repulsa de la actitud y actuación de nuestros políticos? ¿Es posible superar ese hastío y desmovilización? Es más ¿Es posible incluso superar el cinismo y sarcasmo con el que miramos desde la barrera estos embrionarios movimientos?

Si es así, digo, lo de la movilización ciudadana ¿Será este el principio del camino hacia la madurez pública, en el sentido arendtiano claro está, o no es más que una ‘moda’ pasajera que se apagará tras un breve espacio de tiempo –no necesitamos mucho para olvidar?

Todo llegará...

Una avapolera