¿Es la calidad la respuesta a todos los problemas de eficiencia de las administraciones locales?

La cultura de la calidad en un sentido amplio ha estado presente en todos los periodos históricos de la humanidad. Civilizaciones como Egipcio, Babilonia o los fenicios ya se preocupaban por este término hace millones de años. Más adelante, en la edad media, los gremios eran los encargados de velar por la correcta producción de sus afiliados mediante la promulgación de normas técnicas y controles de calidad propios. Estas normas, a veces leoninas, aseguraban que el producto era correcto para su uso, pero coartaba en gran medida el espíritu emprendedor de los artesanos con más inquietudes por la mejora en su trabajo diario. Si avanzamos más en el tiempo podemos destacar la preocupación del estado francés por la institucionalización de la calidad mediante la normativa técnica en sus Reales Fabricas. Pero no será hasta la revolución industrial y la generalización de la producción en masa, cuando se empiezan a poner en marcha sistemas de control de calidad y, por tanto, se den los primeros pasos serios hacia la senda de la excelencia. Durante el siglo XX este concepto se irá forjando, ampliando y definiendo; Si en los EEUU se hizo moderno, en Japón se desarrolló y se le dotó del factor humano. Dado el éxito de las técnicas de calidad en estos países, en los años 80 se generalizó su uso en el resto del mundo, llegando incluso a nuestro país.

En España el concepto de calidad moderno no se generalizará hasta la entrada en la Comunidad Económica Europea. La causa principal de esta adopción fue la fuerte competencia de corporaciones europeas con mejores productos a un mejor precio. Este concepto de calidad moderna pasa a las instituciones públicas de la mano de los seguidores de la Nueva Gestión Pública con el objetivo de buscar la eficacia y la eficiencia con técnicas de gestión del sector privado. A partir de este momento las administraciones públicas empiezan a adoptar dichas prácticas; produciéndose una burbuja de sistemas de gestión de calidad que en los últimos años se ha ido desinflando. Muchas de las instituciones públicas que empezaron con este proceso lo han ido abandonando gradualmente. 

Los ayuntamientos y el resto de administraciones locales no han estado ajenos a esta corriente de la gestión de calidad. Durante los últimos 20 años están proliferando en estas instituciones sistemas de gestión de calidad basados en ISO 9001, EFQM, EVAM y otras prácticas similares. Si bien es cierto que en algunos ayuntamientos dicho sistema de gestión ha mejorado algunas de sus áreas de administración; existen varios factores que recomiendan la adopción de otro tipo de recetas en pro de la modernización de las estructuras administrativas locales. 

La cultura de la calidad es una cultura moderna que quiere, desde lo cotidiano, cambiar las estructuras y los modos de trabajar de las organizaciones donde se aplica. En cambio, la modernidad en la administración local ha sido inexistente a lo largo de los años; Se han mantenido sistemas de trabajo similares a los que se tenían a principios del siglo XX, bien por propia inercia de la cultura organizativa existente o bien por falta de interés. Un ayuntamiento es una institución con una idiosincrasia propia que sufre pocos cambios a lo largo del tiempo; su personal suele ser estable y se trabaja de una forma artesanal ignorando en la mayoría de los casos posibles innovaciones en pro de esta cultura organizativa. Dicha nota característica hace más difícil la aplicación de un sistema de gestión de calidad a una organización. 



                                                    Fuente: Flicker-Pedja Pvlicic (2006)

La adaptación de la calidad a este factor suele realizarse con bastantes problemáticas. Por una parte, los trabajadores públicos de una institución deben realizar trabajos de mantenimiento del sistema de gestión, lo que incrementa el trabajo del día a día. Por otra, los sistemas de seguimiento diseñados suelen ser lentos en la recolección de datos, por lo que los cambios en la institución suelen producirse con lentitud y bastante apatía por parte de los trabajadores públicos. La evolución de este choque cultural es la creación de una Unidad encargada de centralizar y monitorizar el sistema de gestión de calidad, que si en un principio se convierte en la encargada de difundir las bondades del Sistema de Gestión de Calidad, de formar a los trabajadores en esta nueva forma de trabajar, que se encarga de centralizar y de realizar las distintas mediciones; poco a poco van supliendo el papel teórico de la Alta Dirección (sobre todo si se produce un cambio de gobierno) y pasan a desempeñar ellos mismos el mantenimiento de los registros, reemplazando el trabajo que deben realizar todos los integrantes de la organización. 

El buen hacer de un sistema de gestión de calidad también puede perder su enfoque en organizaciones donde se produce lo que denominaremos “Situaciones sub-óptimas del Sistema de Gestión de Calidad”. En situaciones de esta índole los impulsores de la implementación del proyecto empiezan a intuir que los cambios operados no producen los objetivos esperados. Por lo que antes de reconocer el error político, los responsables optan por primar por encima de todo el objetivo instrumental por encima del objetivo fundamental. Este último objetivo de un Sistema de Gestión de Calidad actual es la satisfacción del cliente o satisfacción del ciudadano en el ámbito público. En instituciones con “Situaciones sub-óptimas del Sistema de Gestión de Calidad” se sustituye al cliente como centro del sistema primando el siguiente objetivo instrumental: La obtención de la certificación correspondiente con el correspondiente sello y la consecuente difusión en los medios de comunicación. Por tanto, se abandonan todas las bondades del Sistema de Gestión de Calidad, manteniendo este sistema artificial que permite al político de turno “hacerse la foto” pero no mejorar la eficiencia y la eficacia de la administración donde se implanta. 



    Servicio de planificación y calidad, UMH (2010)






Si puede parecer con todo lo dicho anteriormente que la calidad más que una solución para la modernización puede ser un problema, esta afirmación no es del todo cierta. La calidad bien aplicada, bien entendida y aceptada por todas las fuerzas vivas de una institución puede ser muy beneficiosa para la organización. Aunque todo hace pensar que la falta de cambios profundos en la organización, la cultura organizativa y los procedimientos pueden hacer que dicho proceso de cambio continuo fracase. 

Es por esto que las instituciones públicas deben poner en marcha cambios mucho más profundos de sus estructuras. Si lo que se quiere es un cambio organizativo eficaz se deberán realizar cambios radicales para adaptar su organigrama, sus procedimientos de trabajo y su sistema de puestos. A este modo de proceder lo denominamos reingeniería de procesos. Con este estilo de trabajo se trata de que estas estructuras principales de la organización ganen en eficacia y eficiencia desde el minuto 1 del cambio organizativo. La reingeniería de procesos, por tanto, ataca los principales problemas de la administración local cambiando su morfología y modernizando estructuras antiguas para convertirlas en estructuras propias de países avanzados. De esta forma, sólo será viable un sistema de Gestión de Calidad en administraciones donde se tengan altos índices de eficiencia y eficacia. 

Por lo dicho hasta ahora, el lector podrá comprobar que la reingeniería de procesos y la Gestión de la Calidad son estrategias que parten desde una base distinta. Las instituciones que no tienen experiencia en cambios, con una cultura organizativa antigua y usos propios de otro siglo tendrán muy difícil realizar cambios apreciables en un periodo de tiempo concreto con los Sistemas de Gestión de Calidad. El uso de esta técnica se asemejará al de una maravillosa casa que ha sido descuidada y tiene un aspecto horrible, pero que ha sido decorada con hermosos muebles y abalorios; cuando lo que realmente necesita es una reforma a fondo que conserve la estructura pero que la vuelva a llevar a sus años de esplendor. 

Gonzalo Pardo 
Socio de AVAPOL 
@gpardo_

Una becaria en AVAPOL (III): Soy corrupto

Difícil, es una palabra que se queda muy corta para describir la realidad que atraviesa la C. Valenciana. El “Levante feliz” ese mito se desmorona más que nunca, con la ayuda de PPCV está llegando al final de sus días. Como ha dicho en muchas ocasiones Ximo Puig, el líder del PSPV, “la C.Valenciana dejará de ofrendar glorias a España para convertirse en el problema valenciano”, un análisis muy acertado si vemos lo que ha ocurrido durante esta semana. No destacamos ya por ser la alegría de la huerta, sino que nuestra comunidad ya es un dolor de cabeza para el gobierno central. 

El anunciado fracaso del conceller de hacienda, Juan Carlos Moragues, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera del jueves, acaba con el propósito del PPCV de obtener un nuevo sistema de financiación. La quiebra de la C. Valenciana, no estaba en la orden del día, ante el revés de esta reunión los miembros del Consell debatieron las dos posibles estrategias. Estas estrategias barajan entre unos brutales recortes en sanidad y educación, que presuntamente harían cumplir el objetivo de déficit fijado, o desobedecer las directrices del gobierno central presentando un nuevo plan de equilibrio donde los recortes no se contemplen añadiendo una partida extraordinaria de ingresos. 

Pese a la inviabilidad del sistema financiero Moragues, compareció tras la reunión que descarta dimitir ante la falta de resultados, y señalo que su cargo está a disposición del presidente de la Generalitat. Así la Generalitat acumula una deuda que se sitúa sobre los 33.000 millones, que genera al año 1.300 millones en intereses. 

Ante estos hechos, la oposición recrimina el fracaso de la gestión del ejecutivo valenciano y sentencian el final de la legislatura. Así lo declaraban los portavoces de Compromis y EU, que apuntaban a que la solución pasaba por la convocatoria de elecciones y la derrota electoral del PP. Aunque esta solución no resuelve nada el próximo gobierno de la Generalitat poco mas podrá hacer, con las arcas vacías y una deuda creciente, el futuro de los valencianos y su gobierno se verá sometido a los intereses del gobierno central. 

Mientras tanto no dejan de florecer nuevos supuestos casos de corrupción, “Vaersa” la empresa pública que depende de la Conselleria de Infraestructuras y Medio Ambiente, de la que es responsable Isabel Bonig. La policía ha detenido al ex director y al actual responsable de la empresa, Felipe Espinosa y Enrique Simó. El grupo socialista, ha anunciado que va a pedir la creación de una comisión para investigar el caso y la comparecencia de la consellera para que rinda cuentas de este supuesto nuevo saqueo. 

Otros despilfarros de nuestros recursos públicos, los pone sobre la mesa el juez Castro, instructor del caso Nóos, revela que Iñaki Urdangarin además de los 900.000 euros que percibía por cada evento deportivo Valencia Summit , cargaba sus gastos de estancia a las entidades firmantes de los convenios: la Ciudad de las Artes y las Ciencias y la Fundación Turismo Valencia. 
También el cierre de RTVV sigue sumando gastos, un total de 16 asesores contratados irregularmente en su día suman una cantidad de 1,2 millones. El diputado socialista Josep Moreno, acusa a los populares de haber olvidado adrede el despido de los enchufados durante la comparecencia de José Ciscar en la comisión de Coordinación de las Cortes Valencianas. Mientras este se desentiende argumentando que él no era el responsable de los contratos ni despidos de personal de RTVV. Además defendió la cobertura mediática que Canal 9 hizo sobre el accidente de Metrovalencia de 2006, aunque pide perdón a las victimas si percibieron que esta fue insuficiente. 

Paula Pons Soler 
Becaria AVAPOL
Estudiante de Ciencias Políticas de la Universitat de València 

EL CEREMONIAL DEL PODER

Sin lugar a dudas hemos asistido a unos momentos de gran trascendencia histórica, y hemos podido disfrutarlos en directo y en primera persona a través de los medios de comunicación, como si todos los españoles hubiéramos podido asistir a todos y cada uno de los espacios elegidos para escenificar el cambio dinástico y el relevo en la Jefatura del Estado.

Desde la más absoluta normalidad, España ha resuelto en 16 días la cuestión sucesoria bajo los preceptos establecidos en la Constitución de 1978 que determinaban en los distintos artículos contenidos en su Título II todos aquellos aspectos referentes a La Corona, dando una vez más un ejemplo a todos al proyectar una imagen de sociedad moderna y madura que resuelve con solvencia una cuestión nada baladí, pues las distintas sucesiones dinásticas, y más las de la Casa de Borbón  no han estado exentas de una inestabilidad política que se trasladó a la sociedad en cada momento histórico.

La cronología de los hechos arrancaba el 2 de junio.

  • S.M. el Rey Don Juan Carlos I firma y entrega al presidente del Gobierno, D. Mariano Rajoy, el escrito de abdicación. 
  • El presidente del Gobierno informa al resto de los miembros del Gobierno.presidente del Gobierno realiza una declaración institucional a la nación. S.M. el Rey Don Juan Carlos I comunica a los españoles a través de un discurso televisado su abdicación.

El martes, día 3 de junio, el Consejo extraordinario de Ministros aprueba lo siguiente:

  1. Acuerdo por el que se toma conocimiento del escrito de abdicación de S.M. el Rey Don Juan Carlos I.
  2. Remisión a las Cortes Generales del Proyecto de Ley Orgánica de abdicación de S.M. el Rey Don Juan Carlos I.
  3. Acuerdo por el que se solicita la tramitación parlamentaria por el procedimiento de urgencia del Proyecto de Ley Orgánica de abdicación de S.M. el Rey Don Juan Carlos I.
  4. Acuerdo por el que se aprueba una Declaración institucional con motivo de la abdicación de S.M. el Rey Don Juan Carlos I.
  5. La Mesa, oída la Junta de Portavoces, acuerda proponer al Pleno de la Cámara su tramitación directa y en lectura única, votación que tiene lugar el 11 de junio, justo antes del debate de totalidad de la Ley.

El miércoles día 11 de junio, se produce el debate de totalidad de la Ley, y la votación por llamamiento en el Congreso de los Diputados del Proyecto de Ley Orgánica de abdicación, que obtiene 299 votos a favor, un 85 % de la Cámara. Finalizada la votación se remite al Senado, donde el 17 de junio tiene lugar el debate y votación, con un resultado de 233 votos a favor y cinco en contra, un 90.3 % de apoyo, con lo que queda aprobado definitivamente por las Cortes Generales.

A partir de este momento, la Altas Instituciones del Estado se disponen a trabajar en la escenificación formal del hito histórico, en la plasmación plástica de la sucesión en la Jefatura del Estado, un hecho que debe relanzar la imagen de una Monarquía moderna y de un Estado que asume sus retos desde la normalidad democrática. Unos momentos de gran trascendencia ad intra y ad extra, y que en la época de las TICS comportan una proyección global instantánea, por lo que la imagen de los eventos y la elección de los distintos elementos que han de participar en ellos es trascendental para potenciar esa imagen de modernidad, normalidad, trasparencia, sencillez y sobriedad que hemos transmitido al orbe.
Todos los expertos han coincidido en el excelente resultado, y ahí radica el éxito del protocolo y el ceremonial seguido, trabajado exhaustivamente para comunicar y participar al pueblo y al mundo entero de este hito histórico.

El protocolo español que tan bien describió Alfonso X el Sabio en las Siete Partidas, bebió de las fuentes del ceremonial visigodo inspirado en el imperial carolingio, cuyos Reyes se consideraban herederos del Imperio Romano-Bizantino. En su recorrido histórico fue fusionándose con el ceremonial de la Corte de Aragón a partir de los Reyes Católicos, para posteriormente asumir la etiqueta borgoñona con la llegada de los Austrias. El Uso de Borgoña era toda una exaltación del poder, del Emperador como cúspide del mismo que necesita una atmósfera especial que exalte su dominio, aún a costa de aislarle del resto de los mortales. Una rigurosa precisión que elevaba la figura del soberano a límites semidivinos, propios de quien ostentaba el poder de la primera potencia mundial. A partir de ahí, la españolización del ceremonial propició que se reconociera justamente en toda Europa con el nombre de etiqueta española.

Con la llegada de la Casa de Borbón, el ceremonial español fruto de su mestizaje imperial sufre una transformación acorde con el devenir de los tiempos que comportan una creciente pérdida de poder de los reyes y su corte, en beneficio de la sociedad civil. La época constitucionalista aporta al ceremonial una visión más integradora, más cercana. La Casa de Borbón oxigena el excelso ceremonial propiciando un acercamiento del Soberano con sus súbditos. Son nuevos tiempos, en los que el refinamiento en las formas conlleva una apuesta firme por la calidad más que por la cantidad.

Este instrumento ha vuelto a ser utilizado con maestría, como vamos a comentar en la sucesión de elementos que han participado en las dos fechas centrales de proceso, el miércoles día 18 con el acto de sanción y promulgación de la Ley Orgánica de abdicación y el jueves 19 de junio con el acto, de carácter estrictamente militar de la imposición del fajín de capitán General, el acto de Juramento y proclamación del nuevo Rey ante las Cortes Generales, y la posterior recepción de SSMM los Reyes con el tradicional besamanos.

Para el acto de sanción, se elige el salón de columnas del Palacio Real, edificio que fue iniciado por Felipe V en 1734, tras el incendio del antiguo Alcázar de los Austrias, siendo Carlos III el primero que lo habitó en 1764. Dentro de esta joya arquitectónica de noble trazado clásico, nos encontramos con ese espacio tan singular. El Salón de Columnas es el lugar que más diversidad de actos ha acogido, destacando por su notoriedad:

  • Firma del Tratado de Adhesión a la Comunidad Económica Europea (1985)
  • Conferencia de Paz sobre Oriente Medio en el Palacio Real de Madrid (1991)
  • Acuerdo Marco Interregional de Cooperación entre la Unión Europea y MERCOSUR (1995)
  • La Cumbre de la OTAN (1997)

La estancia presenta un orden de pilastras lisas realzado con columnas adosadas de fuste estriado, coronadas con la representación del Toisón de Oro. La Bóveda fue decorada por Sabatini en 1761, usando parejas de sátiros que sostienen medallones representativos de los cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego).  Giaquinto fue el responsable de la decoración de la bóveda con el tema El Nacimiento del Sol‖, alegoría del Rey en la figura de Apolo. Toda la simbología de este recinto está dedicada a realzar la majestad de la Monarquía Hispánica bajo el reinado de Carlos III, el monarca ilustrado y reformista cuyo retrato preside ahora el despacho del nuevo Rey. En lugar destacado la estatua de Carlos V dominando el Furor, obra de León Leoni, ensalza aún más la trascendencia de la cita histórica en la que el Rey Juan Carlos I sanciona la Ley Orgánica siendo refrendado por el Presidente del Gobierno, D. Mariano Rajoy.

Alejados de un boato excesivo, la plasticidad de la ceremonia, su sobriedad, la emoción que transmiten sus protagonistas, los gestos que se producen tras la sanción real con la cesión en la precedencia del padre en el hijo, reflejan la importancia de las secuencias ordenadas por el protocolo. Con su posterior publicación en el BOE de 19 de junio, unas horas más tarde, el Príncipe de Asturias será ya el Rey Felipe VI, y la Infanta Doña Leonor ocupará el primer lugar en la sucesión del trono y tendrá como tal el título de Princesa de Asturias.

La mañana del 19 se presenta radiante. Coincidente con la festividad del Corpus Christi, la tradición popular nos revela que hay tres jueves al año que brillan más que el sol. Antes de la proclamación y jura del nuevo Rey, a las 9,30 horas, en el Palacio de la Zarzuela -sede de la Jefatura del Estado- S.M el Rey Don Juan Carlos I imponía su fajín de Capitán General a S.M el Rey Don Felipe VI, en un acto marcado por el ceremonial militar. Otro gesto cargado de simbolismo y con una acertada estrategia para ensalzar el acto central  de la jornada y presentar una imagen totalmente renovada de aquella de 1975 de proclamación y juramento de Juan Carlos I.

La Carrera de San Jerónimo espera la llegada de SSMM los Reyes de España. A la entrada del Congreso de los Diputados, un batallón de honores compuesto por escuadra de gastadores y cuatro compañías de los tres ejércitos (Ejército de Tierra, Armada y Ejército del Aire) y de la Guardia Civil, le rinden honores con la interpretación del himno nacional y, tras recibir novedades, Su Majestad el Rey Don Felipe VI pasa revista a la fuerza antes de entrar por la Puerta de los Leones del Congreso de los Diputados. El Rey viste el uniforme de Gran Etiqueta del Ejército de Tierra: Guerrera azul con tirilla y puños blancos; pantalón azul; zapatos y calcetines negros; guantes blancos, gorra de plato azul; Fajín de General; Banda de la Orden de Carlos III; colgante de gran gala del Toisón de Oro; Gran Cruz de la Orden de Carlos III; y las tres Grandes Cruces al Mérito Militar, Naval y Aeronáutico.

El hemiciclo, reunido en solemne sesión conjunta de las Cortes Generales, sede de la Soberanía nacional que nuestra Constitución determina en el pueblo español, el poder constituyente, espera la entrada de la comitiva real. La Tribuna preparada al efecto refleja también un simbolismo especial que se quiere trasladar en este solemne acto. Todos los elementos aportan algo en una escenificación que busca la esencia de la monarquía Parlamentaria en la propia Constitución de 1978. El Cetro y la Corona que simbolizan la Proclamación del Monarca, la distribución espacial de los poderes del Estado, y en el centro los Reales protagonistas.

Sencillez, transparencia, luminosidad, frescura, solemnidad, adjetivos que nos llevan a poner en valor ese espíritu de cercanía de un Rey Constitucional que asume como propios los principios y valores de un Estado democrático y social de Derecho.  La fórmula del juramento establecida en el art 61 CE, nos lleva al momento culminante de la jornada que comporta el juramento ante el pueblo español soberano, representado por ambas Cámaras y por los otros dos Poderes del Estado, el Ejecutivo y el Judicial, junto a la Casa Real. Tradición y renovación en una ceremonia que recoge la tradición constitucionalista española desde 1812.

Su Discurso engrandece aún más la solemnidad del acto. La pulcritud en la forma y en el fondo no deja indiferente a nadie. Sin lugar a dudas entramos en una nueva etapa de la Historia, con una Monarquía renovada para un tiempo nuevo y con la Constitución como verdadera protagonista del hilo argumental del discurso, que pone en valor la función de la Monarquía Parlamentaria y del Jefe del Estado. En sus palabras  "Un Rey que debe atenerse al ejercicio de las funciones que constitucionalmente le han sido encomendadas y, por ello, ser símbolo de la unidad y permanencia del Estado, asumir su más alta representación y arbitrar y moderar el funcionamiento regular de las instituciones".  

Otro guiño que no pasa desapercibido: "la Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza; y para ello, velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social".

Su impronta queda reflejada en sus alusiones a las cuestiones de actualidad, los jóvenes, el desempleo, la investigación científica, el medio ambiente, la igualdad de género, las nuevas tecnologías... "El bienestar de nuestros ciudadanos -hombres y mujeres-, Señorías, nos exige situar a España en el siglo XXI, en el nuevo mundo que emerge aceleradamente; en el siglo del conocimiento, la cultura y la educación".

Y por último, tras su mención a la proyección exterior de España, su vinculación con el proyecto europeo y los lazos históricos con Iberoamérica, nos traslada  su  idea de España, desde la diversidad pero "basada en la igualdad de los españoles, en la solidaridad entre sus pueblos y en el respeto a la ley, cabemos todos; caben todos los sentimientos y sensibilidades, caben las distintas formas de sentirse español. Porque los sentimientos, más aún en los tiempos de la construcción europea, no deben nunca enfrentar, dividir o excluir, sino comprender y respetar, convivir y compartir". Para rematar con un deseo, "Yo me siento orgulloso de los españoles y nada me honraría más que, con mi trabajo y esfuerzo de cada día, los españoles pudieran sentirse orgullosos de su nuevo Rey".

Finalizado el acto,  los Reyes presidieron su primer desfile militar. Las compañías de honores desfilan ante Sus Majestades los Reyes de España, Su Alteza Real la Princesa de Asturias, Doña Leonor, y Su Alteza Real la Infanta Doña Sofía. Bajo la precisión milimétrica que el protocolo establece en la secuencia de actos, los Reyes se disponían a trasladar la cercanía de la Corona con el pueblo dispuesto a lo largo del recorrido entre el Congreso y el Palacio Real. En coche descubierto, Felipe VI de pie y la Reina Leticia sentada, los jóvenes monarcas recogieron el afecto de un pueblo que hacía propio el momento histórico que acabábamos de vivir, así como su confianza en la nueva etapa que ambos representan.

Ningún escenario puede aportar la belleza y la plasticidad que la imagen del Palacio Real transmite. Símbolo de la Monarquía, primero desde el balcón recayente a la Plaza de Oriente la Familia Real saluda al pueblo. La fotografía de la renovada Familia Real es otro momento histórico.  De acuerdo con el Real Decreto 2917/1981, de 27 de noviembre, sobre Registro Civil de la Familia Real, Artículo primero: En el Registro Civil de la Familia Real se inscribirán los nacimientos, matrimonios y defunciones, así como cualquier otro hecho o acto inscribible con arreglo a la legislación sobre Registro Civil, que afecten al Rey de España, su Augusta Consorte, sus ascendentes de primer grado, sus descendientes y al Príncipe heredero de la Corona. El resto pasan a ser familia del Rey.

Y por último, la escenificación de la complicidad de la Corona con la sociedad civil que da la bienvenida a los nuevos Reyes. En el centro del Palacio se encuentra el  Salón del Trono, otro de esos espacios que hablan por sí solos, en cuyo techo pintó Tiépolo la Gloria de la Monarquía española, y que está decorado con las estatuas encargadas por Velázquez a los mejores escultores de la Roma barroca para el antiguo Alcázar de los Austrias. En él, más de 3000 personas participaron del tradicional besamanos, que hunde sus raíces en el ceremonial de la Corte de Castilla, con el que los Reyes cerraron una jornada histórica.

Nuevos símbolos reflejan ya los cambios del nuevo reinado. El R.D. 527/2014 por el que se crea el guión y el estandarte de S. M. el Rey Felipe VI, de acuerdo con el asesoramiento de la Real Academia de la Historia. El Consejo de Ministros ha aprobado así mismo, un Real Decreto que modifica el actualmente vigente desde 1987 sobre Régimen de títulos, tratamientos y honores de la Familia Real y de los regentes, con el fin de otorgar un tratamiento singular al Rey que, voluntariamente, pone fin a su reinado y a la Reina Consorte. Todo perfectamente reglado para visualizar perfectamente los cambios producidos en la primera Institución del Reino, y que trasladan la nueva disposición en el régimen de precedencias del Estado.

Sin lugar a dudas la trascendencia del momento histórico ha participado de una adecuada escenificación por parte de un ajustado ceremonial,  que ha buscado esa complicidad con un público, el pueblo español por una parte, ávido de autoestima, certidumbre, de confianza y de orgullo en tiempos de dificultad y, por otro, al resto del mundo. La imagen que hemos trasladado como nación es  la mejor contribución a ese proyecto común que es España.

Juanvi Pérez 
Junta Directiva AVAPOL 

Una becaria en AVAPOL (II): ¿aires de cambio?

¿Qué ha pasado esta semana en España? En los titulares de los medios de comunicación de todo el mundo sin duda alguna las dos noticias de la semana sobre España han sido: la derrota de la Roja en el Mundial de Brasil y la proclamación de Felipe VI como nuevo Jefe de Estado. Pero a mi parecer, la gente ha estado más pendiente de recibir una nominación por Facebook. Pues si, en una semana tan transcendente en nuestro país, este juego de los retos ha acaparado mucha expectación. He podido ver como la mayoría de mis amigos en esta red social subían fotos de cuando eran pequeños o videos tirándose agua por encima y si no haces el reto pues tienes que invitar a cenar, cervezas, etc. 

Esto es lo que nos interesa, una comilona gratis y enseñar al mundo lo bonicos que éramos. Como para ver a nuestra selección jugando el mundial de Brasil, ya no lo vamos a hacer el en bar, a rey muerto rey puesto. Y es que mucho había facturado ya nuestra selección, así el miércoles Chile se alzaba con la victoria con un 2-0, poco hemos podido defender el titulo.

En fin una semana que muchos han desconectado de la España real, será la llegada del verano, que ha invadido de alegría a nuestra gente. Mientras tanto el jueves, nuestro parlamento proclamaba a Felipe VI rey de España, en su triunfal discurso si algo se puede destacar es su carácter conciliador. No podría ser de otro modo, pues ha recibido una España plagada de hipotecas y más la institución de la Corona. Muy consciente de que como Jefe de Estado tiene la tarea de renovarse o quedarse anclado donde lo dejamos 36 años atrás. Sin embargo, no podrá hacerse el sordo ante el problema catalán, también lo abordó en su discurso aunque de una manera muy discreta. Tal vez algunos esperábamos un poco más de contundencia, aunque hiciera lo que hiciera iba a ser criticado. De momento empieza su reinado con prudencia, consciente de que vivimos en una época convulsa, en un país con varias crisis simultáneas, así que tiene muchos obstáculos y oportunidades para legitimar su reinado. 

Por último, destacar dos o tres cosas, por lo que respecta a la Comunitat Valenciana. Iniciábamos la semana con la noticia de que el conceller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, reclamaba un nuevo sistema de financiación que no incurriera en más deudas para la Generalitat. Pues los valencianos nos situamos a la cabeza del pódium del endeudamiento y eso que somos la comunidad autónoma que menos gasta en servicios sociales, según señala la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales 196 euros al año por habitante respecto a la media estatal de 307 euros. 

Con un futuro más que hipotecado, o rezamos o la liamos, pereza me da pensar cómo será nuestra vida dentro de 15 años. A merced de los caprichos políticos de nuestros dirigentes políticos quedamos, así tras la resaca de la coronación del nuevo rey, el gobierno central daba luz verde al proyecto de prolongación de la avenida Blasco Ibáñez complaciendo el eterno anhelo de Rita Barberá. Adaptado el proyecto ajustando la intervención a la trama urbana protegida en la declaración de Bien de Interés Cultural del barrio del Cabañal, con una reducción del 35 % de los inmuebles afectados, ansiosa la alcaldesa de valencia ha dicho que en breves dará las licencias de obras que estaban paralizadas para “la consecución de una perfecta amalgama entre lo viejo y lo nuevo”. 

Paula Pons Soler 
Becaria AVAPOL
Estudiante de Ciencias Políticas de la Universitat de València 

De tú a tú: Dº Benigno Pendás, Director del CEPC

Nos ha hablado en su ponencia sobre el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales y para los que estamos acostumbrados al mundo académico del derecho y la Ciencia Política, sabemos de la nutrida actividad del centro, sus publicaciones y demás. Pero para alguien que sea ajeno a esta realidad, en un plano más divulgativo, ¿podría decirnos a qué se dedica exactamente la institución que Ud. preside?

Pues mira, simplificando al máximo: es un organismo público que depende de la presidencia del Gobierno, y que tiene dos facetas. Una es más académica: Máster, libros, revistas, etcétera. Es decir, es una especie de escuela de altos estudios de Ciencia Política postuniversitarios, digamos. Y luego tiene la faceta de think tank público, es decir, de un lugar pues donde el Gobierno encarga informes, encarga proyectos de ley, encarga debates sobre cuestiones que son de carácter técnico pero que en definitiva pues responden a la denominación de la casa como Centro de Estudios Políticos por una parte, y especialmente Constitucionales.

De acuerdo. Al hilo de lo que me comentaba, de que había líneas de trabajo específicas, decía en su conferencia que hay una línea de investigación sobre regeneración democrática y sobre la Ley de Transparencia. Lo que veo es que se inicia en 2012, coincidiendo con su llegada. ¿Cómo se encuentra esta línea de trabajo actualmente?

Pues mira, el plan de regeneración democrática está en parte elaborado con la Ley de Transparencia, en parte, en fase proyecto de ley, que son las que he mencionado de control económico y financiero de los partidos y del estatuto de los altos cargos y también reformas penales y procesales. Y en parte también estamos elaborando un tema que me parece especialmente importante que es la participación de los ciudadanos en las instituciones. Entonces ahí tenemos cuatro o cinco grupos de trabajo abiertos: sobre elecciones, el funcionamiento de los parlamentos, la democracia interna de partidos, sobre mecanismos de democracia directa. De todo eso estamos oyendo a expertos, a organizaciones sociales, a profesores, y vamos a ver si podemos cumplir con el mayor éxito posible la tarea.

¿Cuál diría que ha sido su experiencia e hitos principales desde que usted es Director del CEPC?

Yo creo que la elaboración del plan de transparencia, la Ley de Transparencia, es uno de los aspectos más importantes. Hemos procurado sobre todo revitalizar el Centro en la línea de tener actos continuos de presentaciones de libros y de actos públicos. Por ejemplo, en estas últimas semanas ha habido presentación de libros sobre temas territoriales: Nacionalismo, Estado Autonómico, etcétera. Estos días, temas europeos. Es decir, más que un hito quizá lo que yo trato de imprimir en la casa es una sensación de actividad constante para responder a las preocupaciones de los ciudadanos sobre la democracia.

Me he quedado con la frase que ha dicho usted en su conferencia: “El político profesional daña el sistema”. Es decir, la profesionalización del alto cargo político que no tiene una actividad profesional detrás, y esta frase ha dado lugar a muchos titulares en prensa por lo que yo he podido rastrear. ¿Podría darnos cuatro pinceladas sobre esto?

Sí, a ver. Precisando exactamente lo que yo quiero decir, lo que creo que no es bueno para la democracia es que la política se convierta en un modo de vida. Es decir, que la gente viva de la política porque claro, eso priva de independencia, priva de libertad, y lógicamente eso acaba repercutiendo negativamente en la calidad de las instituciones. Una cosa diferente es que el político tenga una buena formación, ¿eh? No tiene nada que ver, es decir, el profesional de la política es quien vive de la política. Y la persona con formación que ha tenido una experiencia en la vida laboral y en la vida social y en la vida empresarial es muy útil para la política porque aporta una visión diferente y también aporta independencia: la que da el poder entrar y salir, digamos, con criterio propio. A mí me parece que esa es una de las grandes cuestiones a medio plazo de nuestra democracia y de otros países.

Sí, ahí cuando comentaba en su conferencia lo del modelo anglosajón y decía usted: “Es que allí cuando uno llega a Senador, ya es alguien”.

El modelo sobre todo norteamericano, incluso el inglés está un poco a medias. Pero el modelo norteamericano, claro, es una sociedad muy potente en la cual la política es su punto de llegada, la culminación de una carrera. En Europa el modelo de partidos es más rígido y exige, digamos, una vida de partido que a lo mejor a ciertos niveles ya de éxito económico o profesional pues mucha gente no está dispuesta a tener.

A renunciar, también. Y una última pregunta y ya no le robo más tiempo.

¡No te preocupes, yo encantado! Si a mí hablar de estas cosas, como te puedes imaginar, me divierte.

Es natural. Pues por último, preguntarle qué le merecen iniciativas como ésta que organizan hoy AVAPOL y la UPV.

¡De lo más positiva! Es decir, debatir sobre estas cuestiones, primero: es un ejercicio de democracia, porque la democracia lo primero que significa es que las personas nos veamos y hablemos e intercambiemos criterios y opiniones, y también discutamos. Es decir, no hay que tener miedo al debate y a la diferencia de opiniones. Como has visto en el coloquio hay gente que ha discrepado mucho de lo que yo decía y eso me ha parecido enormemente positivo, es decir: la unanimidad siempre me hace sospechar, ¿eh? Me gusta el debate. Por tanto, quiero felicitar a AVAPOL porque creo que es una iniciativa estupenda que hay que repetirla y por supuesto colaborar siempre que me sea posible estaré encantado de colaborar.

Muchas gracias. Y una última cuestión: ¿Cómo le explicaría a un ciudadano de a pie aquellos titulares en los que usted decía: “Es que un político no gana lo suficiente”? Que ha sido quizá el titular más mediático que ha tenido últimamente…

¡Claro! [Risas] No, no, vamos a ver: hay que explicarlo bien. Primero, es una reflexión incidental en el marco de un debate mucho más amplio que eso. Lo que yo quería llamar la atención es sobre el hecho de que a los políticos, sobre todo en los altos niveles, tienen unas responsabilidades muy grandes y cuando están sentados en la mesa pues con la gente de las grandes empresas, etcétera, claro, su nivel retributivo, la gran empresa o la gran entidad financiera le parece… en fin, que no es el de una persona relevante. No se trata, por supuesto, ni de plantear ni siquiera en la imaginación de este momento una subida de sueldo. Se trata de ser consciente de que hay puestos de mucha responsabilidad que en buena medida necesitan tener el estatuto que corresponde a ese planteamiento. En otros países europeos también se ha planteado, existe ese debate de madurez de la sociedad y no necesariamente ni siquiera implica incremento del gasto público porque es que hay muchos puestos que están perfectamente retribuidos o que podrían retribuirse de otra manera a través de dietas. Es decir, que no se trata de… ¡faltaría más! Hay que mejorar el reconocimiento de la responsabilidad, que eso significa que también permitiría que haya cierta gente que no se quiera dedicar a la política que pudiera pensar en dedicarse. Es una reflexión a medio plazo y es un tema, bueno, insisto, que en otras sociedades ya se ha planteado. Y aquí algún día nos lo podremos plantear.

Muchas gracias, Don Benigno. Continúe disfrutando de la mañana. 

Lucia Campos Seguí 
Junta Directiva AVAPOL 
@lcampossegui

Una becaria en AVAPOL(I): "una opinión a contratiempo"

Se presenta “GVA Oberta”, el nuevo portal de la Transparencia de la Generalitat Valenciana, según la portavoz del gobierno valenciano, María José Català, un proyecto innovador que pretende poner a disposición de los ciudadanos la información sobre recursos públicos. Una iniciativa que en palabras de la portavoz supone avanzar en la consolidación de una nueva administración y en la mejora de la eficiencia de las instituciones públicas. Este portal, es la primera iniciativa del proyecto de transparencia, que contara con otras medidas. 

Haciendo de esta medida toda una celebración, mientras tanto el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana vuelve a condenar al Consell por opacidad, en referencia a la conserjería de la cual es responsable Català, por impedir la labor de control de la oposición ya que el grupo parlamentario de EU había solicitado un informe de inspección técnica del Centro de Educación Infantil y Primaria Rafael Altamira de la localidad de El Campello (Alicante). Como no es de extrañar no es la única sentencia desfavorable a la Generalitat, en la misma línea por denegación de documentación hay sobre unas 15 sentencias por casos como Valmor y la Fórmula 1, subvenciones a ONG, gastos de proyectos de Valencia Centres Escolars, contratos de patrocinio del Aeropuerto de Castellón, etc. 

Mientras tanto el grupo parlamentario socialista anunciaba que votaría en contra de la sanción a Mònica Oltra y que plantearían una moción de censura por la intromisión partidista por parte del PP de las Corts. Así lo señaló Ximo Puig en rueda de prensa, en su opinión “hay que vigorizar a los parlamentos, no cerrarlos como hace el PP”. Y con mucha razón, ya que la propuesta de suspensión de condición de diputada de Oltra, es tan trascendental para el PP que este miércoles se celebró el primer pleno secreto de las Corts Valencianes. 

El resultado de este pleno dio lugar a la suspensión de condición de diputada de Oltra, así las Corts se muestran más rotas que nunca de cara a alcanzar posibles consensos en lo que resta de legislatura, frente a las propuestas de reformas como la estatutaria que ha propuesto el president Alberto Fabra. Continua la guerra entre PP y Compromís, mientras el PSPV mantiene una apariencia neutral ante una posible coalición de izquierdas para formar gobierno en 2015. Por su parte EU mantiene la estabilidad en su grupo parlamentario, pese a que su portavoz Ignacio Blanco, ya había anunciado tiempo atrás su intención de encabezar la lista en las elecciones de 2015. 

A contratiempo, el PP continúa con su estrategia improvisada de reforzar posiciones de cara a las futuras elecciones, Fabra vuelve a reformar el Consell, esta semana se pone fin al drama del futuro de Serafín Castellano titular de Gobernación y Justicia. Tras las tensiones con Madrid todo apunta a que Fabra ha conseguido el puesto en la Delegación del Gobierno tras la marcha de Paula Sánchez de León. 

Recordemos que hace no más de dos semanas, ya relevó de la portavocía del Consell a José Císcar por María José Català. No se esperaban más remodelaciones pero el futuro de Castellano ha sido primordial para el president de la Generalitat. Este drama concluye con el nombramiento de Luis Santamaría como conceller de Gobernación y Justicia y sigue con la esperada revolución de Bonig, número dos en el PPCV, ya que se prevé el relevo de algunos vicesecretarios del partido. 

En la misma línea, desde mi punto de vista el Gobierno central concede a la C.Valenciana, 935,5 millones de euros procedentes del Fondo de Liquidez Autonómico de 2013. Este gesto del Gobierno central se produce no nos olvidemos tras los malos resultados electorales de las elecciones europeas y tras la insistencia de Moragues sobre la infrafinanciación autonómica. Este dinero supone para la Generalitat un desahogo, ya que podrá hacer frente a pagos atrasados de las farmacias, conciertos sanitarios, universidades, enseñanza, ayuntamientos entre otros. 

Paula Pons Soler
Becaria AVAPOL. 
Estudiante de Ciencias Políticas de la Universitat de València 

RADIOGRAFÍA DE UNA CAMPAÑA

A las 12 horas de haber conocido los resultados electorales, dejamos atrás una vorágine (más) electoral, que por haber sido menor que a lo que estamos acostumbrados, no es menos importante. Dejamos atrás una campaña electoral típica, con un planteamiento clásico, que ha favorecido un resultado para nada clásico, y habrá que reflexionar al respecto. 

He seguido muy de cerca, en esta ocasión, la campaña electoral del PP. Desde el principio, supimos que la campaña consistía en no hacer campaña, en un perfil bajo, con un tono basado en una especie de accountability, en justificar su voto a través de valorar el éxito conseguido en la gestión económica de España. Según la estrategia del PP, sólo ellos eran capaces de sacar a España de la crisis. Pero conforme transcurría la campaña, este planteamiento tuvo que ser modificado porque diversos sucesos se iban sucediendo. 

La caravana del PP se estremeció con el asesinato de Isabel Carrasco, presidenta del Partido Popular en León, minutos antes de desplazarse al mitin central del PP en Valladolid, y que obligó a cambiar los planes. El suceso tuvo sus consecuencias: por respeto a las jornadas de luto, el debate se trasladó al día 20, trastocando la campaña y que obligó al candidato popular preparar el debate bajo otras circunstancias. Se notó, porque el Arias Cañete que estábamos acostumbrados a escuchar y ver, con una soltura y manejo total de los datos, se enrocaba más y más frente a una Elena Valenciano controlando en todo momento sus intervenciones, consiguiendo poner nervioso al candidato “tranquilo” del PP. Se intercambiaron los papeles, y la famosa frase de Cañete entró en la campaña, y entró para quedarse. 

Este oportunismo socialista, exprimido a la saciedad durante las siguientes jornadas, fue el siguiente paso en las jornadas atípicas que estaban a punto de sucederse. La frase machista de Cañete fue el pretexto de la estrategia del PSOE de desprestigiar al candidato popular, consiguiendo una movilización en toda Europa en contra de la actitud misógina, según los socialistas, que Cañete había demostrado, tanto que incluso, a día de hoy, pasada la campaña, puede ser que le cueste el puesto de Comisario Europeo. De todos modos, y tal y como recordó Esteban González Pons durante toda la campaña, no era la primera vez que se intentó hacer una cosa similar ya que en 1999, siendo candidata Rosa Díez por el PSOE, se intentó anular la candidatura de Loyola de Palacio a Comisaria, en este caso, sin éxito. 

 Respecto a la campaña electoral, he de destacar que en términos generales me pareció anticuada, clásica, sin salirse del guión. Con un manejo deficiente de las redes sociales por parte de TODOS los candidatos, con una poco inteligente planificación de actos partidistas e intervenciones en televisión (creo que alguien debe avisar a los políticos que actualmente, conseguir cualquier entrevista en televisión equivale a 5 mitines y 5 visitas a mercados y plazas del pueblo), la campaña electoral tiene muy poco de campaña y muy poco de electoral. 

Hablando de Esteban González Pons, he de decir que bajo mi punto de vista, ha sido el mejor activo del PP en esta campaña europea. Ha sabido movilizar a las masas de su partido con intervenciones muy destacadas y muy acertadas para su cometido, y ha sabido compaginar (nada fácil, por cierto), su carácter de candidato valenciano como su posición de número 2 de la candidatura, con una presencia continua en tierras valencianas y como telonero perfecto de Cañete en todos los grandes mitines que ha podido. Posiblemente, y esto es una visión personal, puede ser que sea el tapado para ocupar algún que otro cargo de importancia europea. Tiempo al tiempo. 

Conforme iban pasado los días, desde el PP se cambió la estrategia porque eran conscientes que el asunto de la frase machista de Cañete les había perjudicado bastante. Se empezó a contraatacar, tanto a los socialistas, recriminándoles su protagonismo en la crisis, como a los partidos minoritarios, para evitar una más que probable fuga de votos hacia otras formaciones políticas, como luego se comprobó que ocurrió. Los últimos días de la última semana, el equipo electoral del PP tuvo que cambiar el chip para evitar que se sacara rédito electoral a un desliz verbal que no hubiera tenido que tener la mayor importancia, puesto que recordemos, la campaña se basaba en un perfil bajo, en no hacer campaña. Esto cambia con la entrada de varios mítines multitudinarios de fin de campaña, en Valencia, en Málaga y el último en Madrid, con un sprint final que incomodaba al partido, que quería llegar a ellos mucho más tranquilo y relajado, contando con una abstención mayor que la que finalmente resultó. 

Finalmente, y con la sombra alargada de la desmovilización de su fiel electorado, sólo quedaba en confiar en una diferencia lo suficientemente holgada respecto al PSOE para hablar de éxito electoral. Pero llegó la noche electoral y todo pareció cambiar. 

El pasado día 9 de mayo, en el contexto del V Seminario Política 2.0, organizado por AVAPOL, José Luis Sanchis, el decano de los consultores políticos españoles, ya advirtió una consecuencia de estas pasadas elecciones europeas: la fragmentación política y el descenso del porcentaje del bipartidismo en los resultados electorales. Nos advirtió que frente al 80% aproximadamente del bipartidismo en 2009 (una tendencia que se estaba repitiendo desde el principio de la historia electoral europea en España), en esta ocasión podría acercarse al 59%. Pues bien, ayer se demostró que se había acentuado más, porque la suma de los dos principales partidos suma un 49%. ¿Es una anécdota de estas elecciones o es un cambio de tendencia? Habrá que estar pendiente de las próximas elecciones para comprobarlo, pero lo que no cabe duda es que es la mayor conclusión que podemos extraer de estas elecciones europeas. La abstención ha continuado en los parámetros a los que estamos acostumbrados, así que el primer análisis nos muestra que la gente ha votado, y ha votado a otros partidos minoritarios. Ha habido un trasvase de votos de los principales partidos a otras formaciones, con lo que podemos hablar de una movilización similar a los otros comicios, y no de una apatía ciudadana, como apuntaban algunos estudiosos del tema. 

Y quiero finalizar esta radiografía con una mención especial a la Comunitat Valenciana. Se habían planteado estas elecciones como una prueba de fuego para Alberto Fabra. Es la primera vez que el PPCV concurría a unas elecciones bajo su liderazgo y el análisis tiene muchas lecturas. Por su parte, en la Comunidad Valenciana, el PPCV ha conseguido un mayor apoyo que la media estatal, cosa que el PSPV no ha conseguido obtener, con dos puntos por debajo de la media. Además, la diferencia del PPCV respecto a los resultados estatales ha sido mayor que la conseguida por el PP en la ciudad de Valencia o en la provincia, con lo cual, le permite bajar el tono de crispación interna respecto a otros líderes de su formación, como Rita Barberá o Alfonso Rus. Ahora bien, ha perdido la mitad de sus votos. Así, sin más, la etapa de grandes resultados ha tocado a su fin, y por la composición política de la Comunidad, el PPCV sabe que si no consigue mayoría absoluta, no tiene nada que hacer, pierde la Generalitat, pierde el Ayuntamiento de Valencia y cualquier órgano al que opte. El tripartito es una realidad, el bloque de izquierdas ha ganado por primera vez en el conjunto de la Comunitat y al PPCV le tiene que preocupar, y mucho.

Jordi Batalller
Politólogo y Secretario AVAPOL 
jbataller@avapol.es