El futuro ya está aquí…





Acabo de leer el artículo que ha escrito Don Manuel Castells en La Vanguardia de hoy que he encontrado tras twitear a CScolari. Estoy, la verdad, totalmente impresionada por lo que cuenta a propósito de Wikileaks y la agitación mundial que está ocasionando. No voy a analizar el papel de esta institución o quién se parapeta detrás, ni las consecuencias o repercusiones entre políticos, militares o sociedad en general… solo quiero reflexionar sobre el hecho que la geopolítica ya esté en esta realidad, la digital.


Para los que somos residentes digitales de esto llamado internet, no existe una realidad digital y una realidad real porque todo es realidad, únicamente varía el canal de emisión. Bien, pues sinceramente no esperaba ver con estos ojitos una incorporación tan rápida de los grandes asuntos, más que los de estado ¡ojo!, a la dimensión digital. No quiero decir que estos grandes magnates de la geopolonomía no tuvieran sus miras puestas en la red –no soy tan ingenua- pero sí que es cierto que no esperaba verlo tan pronto y tan normalizado. En el artículo se habla de la guerra de Irak o Vietnam, torturas, investigaciones y búnkeres informáticos y no parece ciencia ficción. Parece realidad porque es la realidad y está ocurriendo en estos momentos.


Y esa normalidad es la que me abruma… que la reflexión provenga del profesor Castells no me sorprende, pero que pueda hablar con total naturalidad de la importancia que tiene la red para la tenebrosa y opaca geopolítica, un sábado y para varios miles de personas, me sorprende. No es un artículo académico, ni una conferencia… es un artículo en La Vanguardia. Por tanto ¿ya estamos preparados para el futuro? No, el futuro ya ha llegado… habrá que ver que nos depara el presente...

Una avapolera digitalizada



La política y la prensa




El pasado día 30 de septiembre se inauguró en el Museu Valencià d’Etnologia la exposición ‘María Lionza’ de Cristina García Rodero. El caso es que, antes de la inauguración, incluso antes de la rueda de prensa en la que se presenta a los medios de comunicación, se podía leer esto en el periódico Levante:

“La Diputación de Valencia —la misma que censuró en el MuVIM una exposición de fotografías de la Unió de Periodistes porque contenía fotos del políticos del PP implicados en el caso Gurtel que podían «generar susceptibilidades y herir la sensibilidad» de algunos espectadores— promueve ahora una muestra en el Museo de Etnología cuya invitación está ilustrada con una imagen que cuanto menos sí podría herir sensibilidades por violenta: una mujer a la que una mano desconocida apuñala en la boca” (EMV, 28/09/2010)

Esta era la información que daba dicho diario sobre la exposición y sobre esta fotografía en concreto. Pues os comento que la imagen que podéis ver significa toooodo lo contrario de lo que insinuaba el/la periodista: la persona que tiene el puñal está intentando matar a los espíritus o energías negativas que tiene esta chica y luego lo clava en la tierra para que las energías se queden enterradas y pueda sanarse.

Es decir, esta burda e ignorante reseña, por supuesto en la sección vaivén -¿cómo le van a dedicar una noticia a una de las mejores fotógrafas de este país, perteneciente a la Agencia Magnum?-, muestra la manipulación insistente a la que estamos sujetos en cualquier plano de la realidad: economía, educación, cultura... ¿no hay límites? ¿se justifica el desprestigio a una artista por el trasfondo político de la institución receptora y el medio de comunicación?

Considero que este patetismo trasnochado, propio de un atrincheramiento irracional y sinsentido no hace más que reproducir discursos, enrocar posiciones supuestamente antagónicas caiga quien caiga, y que no entiende de cultura, sentimientos y arte

repito ¿no hay límites?

Una avapolera decepcionada