Empezaré retomando una frase del artículo de Miguel: “El niño crece y ya no quiere preguntar, solo quiere respuestas” .Y tampoco se quiere mover y tampoco quiere pensar ni discurrir. Sofá caliente, qué bien se está, como de vez en cuando hago alguna donación a alguna ONG que no sé exactamente cómo trabaja y tengo apadrinado a un niño en un país que no sé exactamente ni dónde está, pues estoy tranquilo, sofá caliente.
Considero que no están las cosas en el mundo como para quedarse en el sofá caliente, por lo menos debemos hacernos preguntas sobre todo aquello que no entendamos, debemos actuar en contra de lo que no aceptemos, debemos pensar en la posibilidad del cambio, quizá “otro mundo es posible” o quizá no. Debemos cuestionar, sentir y actuar, huyamos del pensamiento único que nos esclaviza sin darnos cuenta, que nos ata a la nada, a la marioneta, al sofá caliente. Marionetas de colores, marionetas en blanco y negro. Vidas rutinarias sin aliento. Cuidado con ser arrastrados sin conocimiento. Juguemos a la ilusión y a sentirnos vivos por dentro. Si nos unimos y luchamos, si nos motivamos y reivindicamos podremos conseguir algo sino seguiremos siendo marionetas de un mundo incierto. Sofá caliente.
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ANA ISABEL CARRASCOSA GARCÍA. Enero 2009.
Asociación Valenciana de Politólogos.
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