Hoy en día nos encontramos con la
inexistencia de una teoría general para la elaboración de un programa
electoral. En una primera aproximación podríamos definirlo como una alternativa
de políticas públicas que presenta un partido, donde plasma la identificación
de los problemas que tiene la sociedad y el Estado y las posibles soluciones a
los mismos, desde su propia cosmovisión del mundo.
Al programa electoral tenemos que encasillarlo
dentro de algún espacio, y ello tendrá que ver con las funciones que
desarrollan los partidos políticos. Una función que éstos desarrollan es la
agregación de las demandas de los ciudadanos, y el programa será el vehículo
para plasmar estas demandas, teniendo como misión, la movilización de la opinión
pública. El programa electoral va a ser el compromiso que establece el partido
con el ciudadano, porque a través de su cumplimento va a realizar la función de
la rendición de cuentas. A su vez, los programas electorales son la
formalización de las diferentes ofertas políticas existentes, si bien la
realidad, es que dentro del contexto electoral español tienen una reducida
influencia en la decisión de voto.
Es por ello que los programas electorales van
a importar para algunas cosas y para otras no, pero aunque el programa en el
contexto español está concebido para no ser leído, un partido político no puede
carecer del mismo. Dada la tipología de partidos que operan en nuestros sistema
político, los programas recogerán muchas de esas demandas que realizan los ciudadanos,
pero no todas, ya que por su condición de partidos “catch all” su
principal objetivo es la búsqueda del mayor voto posible, teniendo por ello una
visión menos sectorial para abarcar así a un grupo muy amplio dentro del “mercado”
electoral. Debido a esto, las respuestas a los problemas que se dan en los
programas electorales no son demasiado específicas para no desconcertar y
ahuyentar a esa parte del electorado que estos partidos quieren “atrapar”.
Es por este motivo que el programa va a ser
uno de los elementos más importante dentro de la campaña electoral, un proyecto
político necesita del apoyo de un proyecto electoral porque ambos son
interdependientes, y es aquí donde reside la importancia del programa, al ser
el punto de encuentro entre la estrategia electoral y la estrategia política del
partido, por medio del programa los partidos políticos conectan con los que
están dentro del proyecto político que quieren llevar a cabo, como dirigentes y
militantes, y con los que buscan que lo compartan, los votantes.
En tiempos electorales la elaboración del
programa es uno de los temas más importantes en la agenda del partido. Para su
elaboración se precisa de un trabajo previo de recogida de información y
análisis de las demandas de los ciudadanos, si bien hay que referir que la
elaboración y el contenido de un programa electoral va a depender de diferentes
elementos y contextos. En su elaboración los partidos tienen que tener en
cuenta muchos factores, ya que éste, va a ser una de tus principales armas de
campaña, tanto para vencer al adversario como para como para cohesionar al
partido.
El programa electoral no solo tiene que ser
una exposición de medidas y soluciones a los problemas dentro de la cosmovisión
del partido, el programa tiene que trasladar al votante la ilusión o esperanza
de un cambio, la política es una guerra de emociones y es por elloque el
programa electoral tiene que apelar a las mismas, no ser solamente la espina dorsal
de tu futura acción de gobierno. El Partido Popular en estas elecciones ha
sabido utilizar muy bien su programa electoral, el mismo carece de medidas
concretas, es más, podríamos decir incluso que son difusas, pero ha sabido
vender esperanza. Sabiendo que en votos no podía crecer más, ha ido a anclar a
su electorado para que no se fuera, ha sabido contextualizar muy bien su
situación. El programa del Partido Popular es un conjunto de declaración de
intenciones sin medidas concretas que tenía como objetivo no ahuyentar a los
posibles votantes y generaran desconfianza, se ha mantenido siempre en una
línea difusa.
Los programas pueden ser de diferentes tipos
porque responden a los diferentes objetivos que buscan los partidos políticos
en cada una de las elecciones, el anclaje de su electorado o la expansión hacia
nuevos electores. Un programa electoral va a estar siempre subordinado a la
estrategia de la campaña electoral, y aquí volvemos a referirnos al Partido
Popular, el objetivo de este partido en las elecciones de 2011 ha sido no generar
rechazo entre el electorado y anclar su voto, por ello todas las medidas que se
expresan en su programa son positivas y ambiguas, y responde a la estrategia de
campaña. El PP en estas elecciones ha generado identidad, ha ilusionado y ha
tenido un mensaje claro que ha sabido plasmarlo en su programa electoral.
Es un hecho ampliamente comprobado, que los
electores no suelen mostrar gran interés en los programas que los partidos
políticos presentan en las citas electorales, y en contra de lo que se indica
en ámbitos académicos, el ciudadano no considera que los programas constituyan
una especie de contrato rígido y vinculante, sino más bien una declaración de intenciones,
porque conocen las propuestas de los partidos no a través de sus programas electorales,
sino por lo que escuchan, leen o ven en los medios de comunicación.
La campaña para las siguientes elecciones
empieza al día siguiente de los comicios celebrados, no se ganan elecciones
por no tener un buen programa electoral, pero sí que se necesita un buen
programa para ganarlas”
Esther Puntero
Politóloga y socia de AVAPOL
@epuntero
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