Reflexiones cotidianas: a propósito de la calle



Estos días he estado reflexionando sobre la calle y la necesidad de re-apropiarnos, como ciudadanos, nuevamente de ella. Pero diréis ¿por qué tal cosa? ¿por qué debemos re-apropiarnos de ella? Pues a mi modo de ver os diré que, en estos momentos de cambio, de crisis –en sentido absoluto- es necesario transformar nuestro día a día como paso para transformar el todo ¿no dicen que el movimiento se demuestra andando? Pues andar se anda en el día a día, de casa al trabajo, de camino a la universidad o yendo a la heladería a tomar una horchata, y no sólo andamos en las manifestaciones o cuando vamos a votar. Desde hace un tiempo, mis pensamientos se centran en la cuestión de la recuperación (sí, está perdido) del espacio público –sentido holístico- por parte de los ciudadanos porque es clave para la regeneración democrática de este siglo XXI.
 
Así pues, reflexionando, reflexionando he llegado a la conclusión que para analizar este hecho, necesitamos ir más allá de la dimensión real o física y situarnos en la simbólica, o al menos tenerla en cuenta. Es decir, la escasa presencia real que tenemos los ciudadanos en la esfera pública tiene una correlación con la simbólica, lo que se traduce en unos valores, comportamientos y símbolos asociados al espacio público. Con esto no voy a ponerme trascendental porque con estos calores no se aconseja un sobreesfuerzo mental, pero quiero reflexionar a través de unos pequeños posts sobre algunos aspectos cotidianos que reflejan esa pérdida o cómo pueden ser síntoma de esa expropiación tácita y simbólica de lo público.

Aida Vizcaino Estevan
Presidenta de AVAPOL
@aidaviz

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