Una becaria en AVAPOL (III): Soy corrupto

Difícil, es una palabra que se queda muy corta para describir la realidad que atraviesa la C. Valenciana. El “Levante feliz” ese mito se desmorona más que nunca, con la ayuda de PPCV está llegando al final de sus días. Como ha dicho en muchas ocasiones Ximo Puig, el líder del PSPV, “la C.Valenciana dejará de ofrendar glorias a España para convertirse en el problema valenciano”, un análisis muy acertado si vemos lo que ha ocurrido durante esta semana. No destacamos ya por ser la alegría de la huerta, sino que nuestra comunidad ya es un dolor de cabeza para el gobierno central. 

El anunciado fracaso del conceller de hacienda, Juan Carlos Moragues, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera del jueves, acaba con el propósito del PPCV de obtener un nuevo sistema de financiación. La quiebra de la C. Valenciana, no estaba en la orden del día, ante el revés de esta reunión los miembros del Consell debatieron las dos posibles estrategias. Estas estrategias barajan entre unos brutales recortes en sanidad y educación, que presuntamente harían cumplir el objetivo de déficit fijado, o desobedecer las directrices del gobierno central presentando un nuevo plan de equilibrio donde los recortes no se contemplen añadiendo una partida extraordinaria de ingresos. 

Pese a la inviabilidad del sistema financiero Moragues, compareció tras la reunión que descarta dimitir ante la falta de resultados, y señalo que su cargo está a disposición del presidente de la Generalitat. Así la Generalitat acumula una deuda que se sitúa sobre los 33.000 millones, que genera al año 1.300 millones en intereses. 

Ante estos hechos, la oposición recrimina el fracaso de la gestión del ejecutivo valenciano y sentencian el final de la legislatura. Así lo declaraban los portavoces de Compromis y EU, que apuntaban a que la solución pasaba por la convocatoria de elecciones y la derrota electoral del PP. Aunque esta solución no resuelve nada el próximo gobierno de la Generalitat poco mas podrá hacer, con las arcas vacías y una deuda creciente, el futuro de los valencianos y su gobierno se verá sometido a los intereses del gobierno central. 

Mientras tanto no dejan de florecer nuevos supuestos casos de corrupción, “Vaersa” la empresa pública que depende de la Conselleria de Infraestructuras y Medio Ambiente, de la que es responsable Isabel Bonig. La policía ha detenido al ex director y al actual responsable de la empresa, Felipe Espinosa y Enrique Simó. El grupo socialista, ha anunciado que va a pedir la creación de una comisión para investigar el caso y la comparecencia de la consellera para que rinda cuentas de este supuesto nuevo saqueo. 

Otros despilfarros de nuestros recursos públicos, los pone sobre la mesa el juez Castro, instructor del caso Nóos, revela que Iñaki Urdangarin además de los 900.000 euros que percibía por cada evento deportivo Valencia Summit , cargaba sus gastos de estancia a las entidades firmantes de los convenios: la Ciudad de las Artes y las Ciencias y la Fundación Turismo Valencia. 
También el cierre de RTVV sigue sumando gastos, un total de 16 asesores contratados irregularmente en su día suman una cantidad de 1,2 millones. El diputado socialista Josep Moreno, acusa a los populares de haber olvidado adrede el despido de los enchufados durante la comparecencia de José Ciscar en la comisión de Coordinación de las Cortes Valencianas. Mientras este se desentiende argumentando que él no era el responsable de los contratos ni despidos de personal de RTVV. Además defendió la cobertura mediática que Canal 9 hizo sobre el accidente de Metrovalencia de 2006, aunque pide perdón a las victimas si percibieron que esta fue insuficiente. 

Paula Pons Soler 
Becaria AVAPOL
Estudiante de Ciencias Políticas de la Universitat de València 

No hay comentarios:

Publicar un comentario